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16
Oct

El locutor profesional debe ser el equivalente a una sinfonía en los oídos de su prójimo.

Desde pequeña, Simone Fojgiel tuvo una vocación hacia las artes, quedando demostrado cuando comenzó a tocar el piano de oído, a la edad de 4 años. Coincidiendo con la explosión artística de los años ochenta, a la de edad de 14 años, dedicaba horas a la grabación de cientos de casetes, con el radio a todo volumen y con cepillo en mano presentaba los temas, imaginando ser una conductora de radio.

Soñando ser una artista, una personalidad en FM (frecuencia modulada), hacia los años 1990 y 1991 la oportunidad le toca puerta. Mientras Simone cantaba en un pub (abreviatura de Public House, establecimiento nocturno donde se sirven bebidas y se escucha música) un encargado del departamento de grabaciones de una de las estaciones de radio más importante en Uruguay la invita a grabar unos audios.

Sin haber tenido mucho éxito en esa ocasión, fue persistente, mantuvo siempre su objetivo y empezó a grabar comerciales como pasatiempo, hasta que finalmente Ogilvy Uruguay le contrata para grabar una campaña.

Retomando sus estudios universitarios de Ciencias de la Comunicación Social, de los cuales estuvo ausente durante un tiempo, es recomendada por un profesor a la destacada estación de radio Océano FM, y es allí donde empieza seriamente su carrera en los medios de comunicación.

Por un periodo de 13 años, laboró Fojgiel en Océano FM como conductora, productora, locutora y programadora. Si bien es cierto, que hace 11 años dejó la radio, hasta le fecha la une un inmenso lazo afectivo con la emisora, a la cual visita cada vez que viaja a Uruguay.

La conexión emocional con la música le permitió a Simone Fojgiel expresar a través de la palabra su sensibilidad.

En los 26 años de carrera profesional Simone tiene grande experiencias que compartir.

Primero cuando le fue dada la primera oportunidad para grabar un comercial, casualmente, fue para el Banco Comercial en Uruguay en el año 1991. Luego, cuando una canción que interpretó y compuso para el programa «La Mañana del Sol» en FM Del Sol, se convirtió en su canción insignia y le dieron la oportunidad para grabar pilotos (audios) de radio y ser conductora.

Otro escenario importante a para Fojgiel fue al momento en que su profesor de Radio de la Universidad Católica le comunicó que había sido seleccionado para ser la nueva voz de Océano FM en el año 1992.

En 2004, lanza su carrera para el mercado global, convirtiéndose en la primera locutora uruguaya en trabajar bajo esa modalidad, y de las primeras locutoras hispanas en integrar bancos de voces virtuales.  Destaca, que su primer trabajo para los Estados Unidos fue 50 dólares, y hasta hoy día conserva ese cliente. Además, participa en numerosas conferencias para Locutores en los Estados Unidos, le da la pauta de que efectivamente los hispanos tenían que hacer algo similar. Que había un largo camino que recorrer, que aprender y nutrirse de sus pares estadounidenses.

Simone Fojgiel no puede dejar de mencionar a Gerald Griffith quien le brindó la oportunidad de organizar el primer encuentro para locutores hispanos, en el marco de VO Atlanta, un evento que comenzó a brillar en 2013.  Hoy por hoy, el Programa Hispano de VO Atlanta, y con apenas 3 años de vida,  se transformó en el principal referente para la formación y el intercambio de locutores hispanos en Estados Unidos. También, el haber relanzado su website y su marca.  A partir de allí abandona una modalidad de trabajo para convertirse en la auténtica capitana de mi barco, de su profesión.  Empieza a ver a sus servicios como una empresa.

El lanzamiento de E-Spano, siendo la primera agencia especializada en locución hispana para la industria del E-Learning a nivel mundial, de igual forma el lanzamiento de DemonDemos, la primera productora de demos para locutores hispanos en Estados Unidos, junto con dos queridos socios, amigos y hermanos elegidos Antonio Fornaris y Alfonso Lugo.

Considera Simone Fojgiel que el locutor debe ser un genuino embajador de su lengua, siendo su mayor responsabilidad. Debe manejar una excelente vocalización, pronunciación; demostrar fluidez, empatía con sus escuchas, y una capacidad de enamorar su imaginación.  Eso se logra enriqueciendo su cultura general, su vocabulario, y su práctica constante frente al micrófono, aunque también denotando musicalidad en su relato.

«El Locutor Profesional no puede sonar como música electrónica en un rave, sino ser el equivalente a una sinfonía en los oídos de su prójimo. Debe hacer culto a su lengua, a su cultura, a su historia.  Es un servidor hacia el conocimiento, no hacia su narcisismo«.

La tecnología ha acercado de una manera sorprendente a las personas, y ha generado infinitas fuentes laborales, independencia y autonomía, así lo aprecia Simone Fojgiel.  La tecnología ha enriquecido tremendamente a la profesión de la locución.

No obstante, su abaratamiento aparejó una serie de inconvenientes, los cuales no le son exclusivos al locutor profesional, sino a profesionales de las más heterogéneas industrias.  Hoy cualquier se hace llamar «locutor», «dj», «personal coach», etc.  A pesar de todos los peligros que ello pueda significar a quien ejerce su carrera con honestidad, absoluta entrega y comprobada experiencia, al final, como todo en la vida, el tiempo y la práctica va decantando lo que realmente vale de lo que no.

«La justicia y la verdad siempre jugarán a favor de quienes tienen cómo demostrar lo que predican, lo que venden, lo que promueven«.

También, la ultra diversificación y cambios tecnológicos constantes promueven a que se esté permanentemente atento a los avances que involucran a la profesión que se desempeña, dice, y cómo ésta puede destacarse más frente a su competencia en cuanto a la calidad de sus servicios, inmediatez y diversidad.

Reconoce que si la ayuda de la tecnología no hubiera podido avanzar todo lo ha que avanzado en cuestión de 10, 12 años. No tendría alumnos, no hubiera cultivado una clientela, no hubiera podido coordinar el Programa Hispano de VO Atlanta ni conocer a quienes hoy conforman una familia profesional; no hubiera podido innovar con nuevas técnicas. «No podría ser lo que soy», narra Simone Fojgiel.

10 pensamientos de Simone Fojgiel que te ayudarán a ser mejor locutor

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  1. El locutor debe ser un genuino embajador de su lengua.
  2. El locutor es un servidor hacia el conocimiento, no hacia su narcisismo.
  3. La justicia y la verdad siempre jugarán a favor de quienes tienen cómo demostrar lo que predican, lo que venden, lo que promueven.
  4. No te creas que por ser Locutor, eres un ser superior.  En todo caso, lo que te hará grande es tu vocación de ser un servidor en pos de la cultura, de la información, de los valores, de la educación en tu comunidad.
  5. Eso de tener una voz de Zeus sentado en el trono del Olimpo es cosa del pasado.  Lo que hace a un buen locutor es su capacidad de ponerse en un plano de empatía y horizontalidad con sus escuchas.  Increíblemente, eso es lo que más cuesta; pero una vez que lo logres, despertarás respeto, confianza y credibilidad.
  6. No existe el locutor que maneja todas las técnicas.  Aquel que se cree bueno en todo, en realidad no es un buen locutor.
  7. Vivimos en el mundo de la especialidad.  Cuanto más específico seas en tu especialidad, más éxitos cosecharás.
  8. Si quieres convertirte en un gran Narrador, no leas: relata.  Leer, lee cualquiera; relatar mientras se lee sin que se note, es uno de los máximos talentos que te distinguirán en la Locución.
  9. Fórmate, edúcate, infórmate, intercambia experiencias con tus pares.  Increíblemente, cuanto más experiencias compartas, cuanto más conocimientos regales, más oportunidades golpearán a tu puerta.
  10. Todo lo que va, viene, y todo lo que sube, baja.  En conclusión, sé buena gente, disfruta más siendo generoso que recibiendo, y nunca olvides que si hoy estás arriba, es natural que mañana estés abajo.  Por lo tanto, jamás olvides tus inicios, tus raíces, y a todos aquellos que contribuyeron para que hoy estés donde estás.  Hay que ser un agradecido, siempre.